Pienso que este post es necesario, porque entender la espiritualidad en la infancia no es un lujo ni una moda pasajera.

Hoy en día cultivar la espiritualidad en la infancia es una necesidad y, aunque durante muchos años no me di cuenta y no lo vi necesario, más que nada por mi falta de conocimiento en el momento, ahora estoy realmente convencida que no debe pasarse por alto y, tenerla presente en el día a día de todo los hogares es urgente.

La espiritualidad es algo natural en la infancia y, te preguntarás ¿Por qué?

En realidad, la respuesta sería muy simple, hasta el punto de que no se tendría qué explicar, si no viviésemos desconectados de nuestra esencia. Pero el hecho de vivir en piloto automático hace que la desconexión sea tan grande, que al final toca aterrizar y volver a las raíces.

Yo misma he estado en este lugar y como madre he visto, experimentado y sentido la necesidad de la importancia de comprender y volver a ser espiritual que somos.

En la actualidad podemos observar cómo los adultos nos volvemos aburridos, estresados, agobiados y un sinfín de cosas más hasta llegar al punto en el que un día te levantas y te encuentras en una pérdida existencial. Cuando llegas a ese punto, solo puedes hacer 2 cosas: seguir tal y como estás, siguiendo sin rumbo o ponerte las pilas y encontrar respuestas de porque estás en la situación a las que has llegado.

Cuando te permites bucear en la segunda opción, lo más normal es empezar un viaje (más o menos largo) hacía a tus raíces. Para volver a tú yo más profundo, se requiere un viaje de conexión entre cuerpo, mente y espíritu, y no cabe duda que la espiritualidad engloba el combo perfecto de estos tres elementos, ya que necesitamos de la unión y armonía de estos 3 conceptos para conocernos.

En este maravilloso camino de autoconocimiento y de volver al origen, llega un momento que te  encuentras con tu niña/o interior,  que aparece para darte pistas y te habla sobre lo que eres. Que siempre has sido, pero que un día olvidaste, por imposición cultural, educacional y la conformación de tu identidad dominada por el ego.

En la niñez, reside una persona auténtica y verdadera, porque cuerpo, mente y espíritu conviven en armonía. En esta etapa eras todo en esencia y cuando lo recuerdas todo cobra sentido, porque ahí reside la clave de quién eres y te ofrece el secreto de tu propósito.

«Mente, cuerpo, espíritu»

El problema surge cuando no se acompaña o comprende que los niños ya son un global, que son un todo y que vienen con unas aptitudes, dones y talentos concretos y sobre todo únicos e irrepetibles, para vivir una vida plena, de experiencias y aprendizajes concretos. Por desgracia, este acompañamiento se produce poco, porque los adultos que acompañan, educan y enseñan, viven en una desconexión de su propia identidad, porque en su día, alguien no supo entender lo que ya eran, entonces ¿Cómo un adulto que no se conoce puede acompañar en autenticidad? Cuando se inicia una conformación de identidad errónea, llevándonos en muchas ocasiones a no saber qué queremos en la vida porque no sabemos quién somos. No nos enseñaron a escucharnos ni a saber quién somos en realidad.

Imagina como sería tu vida en este momento si en tu niñez se hubiesen cultivado estos 3 conceptos clave. Estoy convencida de que como mínimo, no hubieses cometido tantos errores, hubieses hecho lo que te apasiona. Además, tu confianza y actitud en tu vida personal y laboral sería mucho más satisfactoria.

La espiritualidad engloba todos esos términos que respetan la identidad individual de cada persona, pero además, la espiritualidad comprende que todos somos uno, y desde este concepto, si yo sé quién soy desde una edad temprana podré vivir una vida auténtica y poder acompañar a quién esté en mi entorno.

En los últimos tiempos la sociedad ha crecido bajo un pretexto de encajar en un molde que en realidad no sirve para todos, porque si cada persona es diferente ¿Cómo podemos pretender que todos hagamos lo mismo? Se necesita que la infancia crezca empoderada, sabiendo que es perfecta tal y como es, y que solo conectada con su propia esencia podrá tener una vida auténtica.

Hasta el momento presente, este término ha pasado desapercibido, pero la reflexión está en ¿Cómo podemos vivir en plenitud si no nos enseñan a vivir en conexión con nosotros mismos?

«Vivir en conexión con tu esencia, es vivir una vida en plenitud»

Es fundamental recordar y comprender que l@s niñ@s ya SON y es responsabilidad de los adultos, poder acompañarlos a que sigan cultivando su esencia. Sin duda es clave para que en un futuro vivan una vida plena y feliz.

Cuando nos sumergimos en la crianza y somos responsable de peques a nuestro cargo, es necesario poderlos acompañar en un concepto de 360º para que el resto de su vida sea igual de completa.

Aunque esto se merece otro post, te voy a citar algunos de contras y beneficios de vivir conectado/a lo que SOY.

¿Qué sucede cuando se vive desconectado del ser?

¿Qué sucede cuando vivo conectado con el ser?

«La espiritualidad en la infancia es cultivar lo que ya son»

Visto esto cabe reflexionar ¿Desde qué lugar donde te hubiese gustado crecer? ¿Desde dónde quieres acompañar a tus peques?

En resumen, la espiritualidad en la infancia es cultivar lo que ya son, para que crezca empoderada, libre y auténtica.

★ Si quieres profundizar más en la espiritualidad infantil, te recomiendo 100% esta lectura «El mundo espiritual secreto de los niños» por Tobin Hart

 

 

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